Marco Teórico

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El Hospital San Juan de Dios de Santiago, se concibió durante una etapa determinante en la arquitectura de Chile: El modernismo; sin embargo, es en los avances tecnológicos y científicos que se fueron dando, en lo que este hospital realmente se enfoca; y permite dar una respuesta de forma funcionalista a las necesidades que una arquitectura hospitalaria demandaba entonces. Es de esta manera que se concibe una forma que encuadra a dos tipologías que pareciesen contrapuestas: una planta dispersa y un conjunto en “bloque”; ambas son símbolo de una respuesta concreta a una necesidad en el ámbito de la salud, de la que el estado ya se hacía cargo.

En los inicios de esta arquitectura hospitalaria se puede apreciar una tipología que responde a las necesidades de aislamiento de los pacientes y ventilación de los espacios habitados, es por esto que se presenta como una arquitectura de planta dispersa, es decir, configurada por medio de elementos fragmentados unidos sólo por pasillos; lo que lleva a una construcción de una sola altura, cuestión que también se explica por el uso de adobe como único material de construcción. Una vez que empieza a llegar el modernismo a Chile, gracias a los viajes de estudiantes a Europa y a la gran aceptación especialmente de los burgueses como nueva clase social, se adquieren nuevos conocimientos y técnicas científicas y tecnológicas, así como una nueva forma de pensar ya no orientada a la ornamentación, sino, al racionalismo y a la eficiencia constructiva y funcional. Siguiendo esta perspectiva, y gracias a las nuevas ideas de Pasteur sobre la infección y contagio, ya no resulta necesaria la aislación de pacientes, por lo que se presenta un nuevo tipo de arquitectura hospitalaria de plata expandida, es decir un solo cuerpo de gran área, lo que permite una mayor oferta de habitaciones para pacientes y espacios para las nuevas cirugías; así como también una respuesta concreta a la ya gran necesidad en el ámbito de la salud, de la que el Estado se tenía que hacer cargo. Luego, este modernismo en Chile recibe influencias norteamericanas, las que en conjunto con la incorporación del ascensor y de la nueva ventilación artificial, además del uso casi exclusivo de hormigón armado y acero, permiten configurar obras de mayor altura y resistencia, y que permiten un habitar eficiente y acorde a las nuevas necesidades hospitalarias; es así como, este tipo de arquitectura pasa a ser una arquitectura de bloque y de planta concentrada, configurando el tipo de hospital que conocemos hoy en día.


El Hospital San Juan de Dios, ubicado en el centro de Santiago, y construido en 1945 como parte de este tipo de arquitectura, se vio enmarcado en el modernismo, pero principalmente en los nuevos avances científicos y tecnológicos que se estaban dando. Este hospital dio respuesta a estos avances, concretándose como una emergente arquitectura en altura (nueve pisos) y con planta en forma de “X”, la que dispuesta diagonalmente en relación a la calle, resuelve los aspectos de luz y orientación, y permite una mayor perímetro que conecta con el exterior. Cada planta en “X” se especializa en un programa, y en cada una de ellas se determina un núcleo en donde se intersectan las circulaciones perpendiculares de las “alas de la X” y en donde se encuentran las circulaciones verticales (dadas por escaleras y ascensores) y los espacios comunes; es así como, cada ala se conecta eficazmente con las otras este núcleo (que puede ser considerado un espacio panóptico), y cada núcleo conecta correlativamente cada piso del edifico, constituyendo una eficiente (en términos de tiempo y distancia) circulación y conexión en planta y altura (necesidad “básica” de un hospital) [1].

Este edificio como producto de nuevos conocimientos científicos y avances tecnológicos, y de un afán funcionalista, se resuelve por medio de una tipología que combina el concepto de “bloque”, que generalmente es sinónimo de planta concentrada, con una planta más bien expandida. El hospital San Juan de Dios, posee en la mayoría de sus pisos (excepto los dos últimos) una planta que podría ser considerada una planta extendida, ya que, posee cuatro elementos (o “alas”) que se conectan por un solo espacio: el núcleo de conexión vertical y en planta; que permiten una separación programática, a través, de la distribución de la planta. Por otro lado, si consideramos el edificio como un solo cuerpo este funciona como un “bloque concentrado”, ya que, en un elemento se agrupan todos los programas a los que el hospital responde.


[1] Laval M., Enrique; “Historia del Hospital San Juan de Dios de Santiago”; Asociación Chilena de Asistencia Social; Santiago, Chile, 1949.


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